Pasó por el Nascar, brilla en el TC Pista y elogia a Colapinto: el piloto que impulsa su carrera gracias al agro
“Para ser un piloto hay que arrancar desde bien temprano. Se necesita dedicación y mucho sacrificio para llegar adonde querés. En mi caso, me fui a vivir a Estados Unidos a los 15 años”, reveló Baltazar Leguizamón.
Se trata de un joven piloto oriundo del norte bonaerense, de Capitán Sarmiento, que con apenas 24 años ya hizo un vasto recorrido por categorías nacionales y del Exterior, y que hace algunos años fue sondeado para comenzar un camino que lo pudo haber llevado hasta la Fórmula 1.
El proceso se truncó por cuestiones ajenas a sus habilidades al volante, pero no se desanima y hoy apuesta en grande en el TC Pista, con el sueño de volver a Estados Unidos y estar otra vez en el Nascar.
“En el automovilismo hay que trabajar mucho más abajo del auto que arriba”, aseguró durante una charla con Infocampo.
Y cuando se refiere a trabajar, lo dice también en un sentido literal que va más allá de lo referido al entrenamiento deportivo: gran parte de su presente está sostenido por su rol de productor de seguros agropecuarios y distribuidor de insumos para la producción a campo.
“Vengo de una familia que está ligada al campo. Si bien no tenemos uno propio, de parte de mi mamá tenemos a dos aplicadores que tienen dos “mosquitos” pulverizadores. Ellos son los que me van asesorando en todo”, comentó Leguizamón.
LA HISTORIA DE BALTAZAR LEGUIZAMÓN
En el mundo de la prepandemia, el presente de aquel entonces lo encontraba al frente de vehículos monoplaza de categorías como la Fórmula 4 Sudamericana, Fórmula 3 o la Fórmula Atlantic, un camino que comenzó cuando se marchó nada menos que con 15 años a vivir a Indianápolis.
Mal no le fue, sino todo lo contrario: se coronó campeón de la Atlantic y fue el subcampeón de la 3. Ese empuje, hoy, lo tiene a bordo de una cupé Dodge del equipo que comanda su papá con el que aspiran a hacerse un lugar de peso en el TC Pista.
“El año pasado hicimos Top Race, donde ganamos carreras e hicimos varios podios. Después me sumé a la ACTC (Asociación de Corredores de Turismo Carretera) y estoy en el TC Pista, una categoría muy difícil, con diferentes motores y peleando contra equipos muy importantes”, graficó.
Ese sostén en gran medida está dado por la actividad comercial que desempeña como distribuidor de agroinsumos, como coadyuvantes y fertilizantes líquidos. Pero también es uno de los representantes de una aseguradora de riesgos y diagrama pólizas para todo aquel que busque asegurar su producción y los elementos de trabajo.
“Soy productor de seguros y tengo un título de inglés de Cambridge, que obtuve a los 15 años, antes de irme. Pero tengo toda mi vida relacionada al automovilismo. Hoy mi equipo está integrado por mi papá, un ingeniero de pista y nuestros mecánicos”, comentó.
Uno de sus roles, también, es el del vínculo con las empresas que lo acompañan en su carrera. “Ahí es donde nace mi vínculo con el agro porque hice muy buenas relaciones con empresas relacionadas del sector y en base a eso me abrí una agronomía con la que vendo estos productos para mantener el proyecto del automovilismo”, señaló.
No son pocos los productores que acostumbran a llamarlo para abastecerse de insumos. Una buena parte de ellos, también, mantienen la misma pasión fierreras y hasta lo siguen por los autódromos del país.
“Me apoyan en mi carrera deportiva y quieren estar en el auto, siempre me dan una mano”, contó.
EL MUNDO DEL TC
Hoy en día la categoría más popular de la Argentina, el Turismo Carretera, atraviesa una etapa de cambios profundos: la imagen típica de un Chevrolet compitiendo contra un Ford o la Dodge peleando palmo a palmo con el Torino es algo que a partir de ahora quedará más ligado al TC Pista, la categoría “telonera”. Pero que cada vez gana más en competitividad y entusiasmo.
El TC sumó autos de nueva generación y abrió el juego a otras marcas. Se pueden ver coches como el Toyota Camry, el Chevrolet Camaro o el Ford Mustang.
“Son modelos que se van a venir próximamente. La categoría necesitaba atraer público más joven y eso es positivo. La gente se adaptará a este tipo de autos que permiten hacer mejores maniobras. Creo que son autos más rápidos con los que se mejoraron tiempos de vueltas”, señaló.
La otra llave, también, es la de atraer a las empresas ligadas a esta nueva impronta y modelos.
“Son más más dóciles para para manejar y creo que se puede llegar a dar un mejor espectáculo”, apuntó.
COLAPINTO Y LA FÓRMULA 1
Por otra parte, es ineludible en una charla con un piloto el tema de la presencia en la Fórmula 1 de Franco Colapinto que, al menos hasta fin de año, defenderá en pista a uno de los vehículos de la escudería Williams.
“Se le dio todo para para estar donde está y además se rodeó de gente que lo llevó muy bien y tuvo esa capacidad. Dio en la tecla, fue el momento justo. A veces en la vida son momentos”, analizó.
“Tiene obviamente mucho para aprender porque recién hizo tres carreras y tiene un montón de información que absorber. Que Franco esté en la Fórmula 1 hará que mucha gente también se interese por el automovilismo”, expuso.
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Su camino, hace pocos años, estuvo cerca de emparentarse con el de la máxima categoría. Hoy Baltazar Leguizamón lo recuerda con un dejo de sinsabor pero con el aprendizaje del caso.
“En Argentina hay un muy buen nivel de pilotos y mucho talento. En mi caso en el 2019 tenía los puntos de super licencia para ir a la Fórmula 1, pero por una decisión del Gobierno de ese entonces, quienes me habían dicho que el proyecto ‘estaba en pie’ después me terminaron bajando por la situación económica”, contó.
Y analizó: “Son momentos difíciles cuando te pasa eso. Uno se prepara y hace sacrificio toda la vida. Y duele que por decisiones políticas no se te dé. Cuando te pasa eso no queda otra que poner la cabeza en frío y seguir avanzando y tratar de abrir las puertas que uno pueda”.
“Por eso digo que todo depende de la gente que tengas atrás y del apoyo que consigas se definirá si vas a persistir o no. En eso, lamentablemente, practicamos un deporte hermoso pero que a la vez es muy cruel: de un día a otro si no tenés apoyo te bajan”, definió.
Sin embargo a pesar del mal trago quiere su revancha. Apuesta meterse entre los pilotos de la pelea grande en el TC Pista y lanzarse al TC para seguir apuntalando el sueño de volver a Estados Unidos y que el Nascar le vuelva a abrir las puertas.
