Revuelo en el Vaticano: el papa Francisco y su definición sobre la Virgen María
Durante la última audiencia general llevada a cabo en la Plaza San Pedro el miércoles, el papa Francisco definió ante todos los creyentes “el verdadero rol que ocupa la Virgen María” en la Iglesia Católica.
Las pautas sobre la madre de Jesús conmovieron al grupo de peregrinos. El tramo elocutivo también abordó la importancia del vínculo entre el espíritu santo y la palabra de Dios.
Francisco, además, invitó a todos los fieles a reflexionar sobre la relación de la santísima virgen con los 12 apóstoles y su función de guía entre los discípulos del señor.
El verdadero rol de la Virgen María, según el papa Francisco
“La Madre de Dios es un instrumento del Espíritu Santo en su obra de santificación”, expresó el Obispo de Roma. “María es la que dijo ‘sí’ a Dios y, con su ejemplo y por su intercesión, nos empuja a decir ‘sí’ también a él”, sumó.
Durante su sermón, también destacó la única relación entre la Virgen y la Santísima Trinidad. “Hija y sierva del Padre celestial, el Rey todopoderoso, la Madre de nuestro altísimo Señor Jesucristo, y esposa del Espíritu Santo”, mencionó.
Francisco hizo énfasis también en el rol que María cumplió ante los apóstoles y expresó cómo el vínculo con Jesús resulta “eternamente indestructible”.
Celebrar a la Madre de Dios, ¿cuándo festeja la Iglesia Católica?
El próximo 21 de noviembre se conmemorará la fecha litúrgica por la Presentación de la Santísima Virgen María en el Templo en todas las congregaciones católicas del mundo.
Este día se basará en los evangelios apócrifos, aunque el Vaticano decide recordarla como una triple festividad, ya que reúne otras dos celebraciones a la Virgen: la de Nuestra Señora de la Salud, patrona invocada en tiempos de enfermedad, y la Jornada Pro Orantibus, que honra la vida contemplativa y la oración.
Oración a la Virgen de la Salud:Virgen Santísimavenerada por nosotros bajo el títulode Nuestra Señora de la Salud,obtén para nosotros de Dios la saluddel alma y del cuerpo,para que, purificados de toda culpay fortalecidos en el cuerpo,podamos servirle cada vez mejortodos los días de nuestra vida,para que podamos merecer el premio eterno.Amén.
Fuente: El Cronista