Tras los créditos en litros de leche y toneladas de soja, el Gobierno sumará financiamiento a valor maíz
Conscientes de que el financiamiento es clave para movilizar inversiones en el sector agropecuario, donde cualquier proyecto requiere generalmente cifras millonarias, el Gobierno nacional avanzará en las próximas horas con la estrategia de otorgar préstamos a valor producto.
El subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe, anticipó durante el desarrollo de Agro Management la decisión de sumar créditos a valor maíz a las líneas que ya están activas, con fondeo del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), y que se pagan en litros de leche y en toneladas de soja.
Además, los más de 300 hombres y mujeres de agronegocios que se dieron cita en La Rural de Palermo, convocados por Infocampo y La Rural SA, escucharon de boca de Chiappe una firme decisión puesta en seguir incrementando los mercados de exportación, pero con el foco de buscar destinos “sofisticados”; y también una defensa de la implementación de la trazabilidad electrónica individual bovina, un tema que genera rispideces con las entidades rurales.
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EL FINANCIAMIENTO, UNO DE LOS PILARES
Chiappe inició su discurso haciendo una referencia general a la marcha del Gobierno de Javier Milei y la manera en que se están “ordenando” muchos aspectos que venían con desequilibrios en los últimos años.
“¿Hace cuánto no ven el tránsito en el Obelisco cortado?”, disparó como una pregunta inicial, y que utilizó como ejemplo sobre este “orden” que se está buscando implementar.
Para Chiappe, “hay un cambio en el país”, que también tiene un impacto en la macroeconomía. “Desde el Gobierno no subestimamos el esfuerzo histórico que están haciendo productores, empresarios y desarrolladores. Pero yo les aseguro que ese esfuerzo, esta vez, sí va a valer la pena”, enfatizó.
En este contexto, presentó la visión de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, sobre la que resumió: “No estamos para decirles qué tienen que hacer o cómo, sino simplemente para generar un marco para que el productor sea competitivo; que pueda desarrollarse en un ambiente de poder colocar sus productos y servicios en el mundo”.
Al respecto, citó que la Secretaría tiene cinco pilares estratégicos:
1) Abrir mercados
“Argentina está en un proceso de apertura al mundo sin igual”, puntualizó el funcionario.
Citó que el país, por medio de la labor conjunta de Agricultura, la Cancillería y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), tiene 300 negociaciones en curso con distintos países, de las cuales 90 son prioritarias y apuntan a “mercados sofisticados”.
Se refiere a destinos que quizás no requieren volúmenes altos, pero sÍ productos de mayor calidad y, por ende, de mayor valor por tonelada.
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En este marco, Chiappe valoró que el libre comercio exterior ahora está garantizado. “El DNU vigente no permite prohibir exportaciones de ningún producto, y establece que si se necesitara hacerlo por alguna razón extraordinaria, necesita sí o sí pasar por el Congreso. Antes un funcionario de tercer o cuarto nivel, como yo, podía cerrar las exportaciones de carne, por ejemplo, y generar un gran perjuicio”, recordó.
Para el Subsecretario, es preciso remarcar que “si queremos crecer en producción, necesariamente tenemos que exportar”.
2) Simplificar y desburocratizar
Chiappe consideró que en Argentina “somos especialistas en poner registros, trámites, trabas, para poder producir” y que eso, con el avance de la gestión, se está “limpiando”.
Tal progreso se traduce en la eliminación de numerosos requisitos que había por medio del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) y del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA), además de más de 100 regulaciones del Senasa “que eran obsoletas o no tenían sentido”.
“Queremos tener una gestión ágil desde la Secretaría, que los procesos fluyan, avancen rápido”, puntualizó.
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3) Financiamiento
Aquí fue donde el funcionario se explayó sobre las novedades en materia de créditos a valor producto, con el objetivo de “unir el lenguaje del productor con el financiero”.
Chiappe aseguró que esta modalidad ha tenido un rotundo éxito: en el caso de los préstamos en litros de leche que comenzaron en julio, hoy ya hay U$S 84 millones solicitados, y hay siete provincias que quieren sumarse al programa, aportando fondos a través de sus entidades financieras.
Son unos 250 productores, además, los que buscan tecnificarse, incorporando “calesitas” y robots con los que puede duplicarse la producción por vaca.
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“Estos créditos también están en valor soja y pronto vienen en valor maíz”, adelantó.
4) Diferenciar atributos
Fue en este punto, en tanto, donde Chiappe hizo referencia a la trazabilidad individual obligatoria como un aspecto “fundamental”, para “hacer una diferencia” en los mercados.
“Nos presenta al mundo de una manera distinta. Y en los principales países ganaderos del mundo, todos están ya trabajando con esta tecnología o incorporándola. Australia, Brasil, Paraguay, Uruguay, Estados Unidos, van en este camino de mostrarles a sus clientes cómo fue el proceso de crianza del animal”, aseguró.
Por otra parte, defendió la iniciativa oficial –cuestionada en general por las entidades rurales– en el sentido del ejemplo de Uruguay, que hoy en día está obteniendo un 20% más de valor en sus exportaciones de carne, en los mismos mercados a los que le vende Arventina.
“La curva de precios entre la carne argentina y la uruguaya se separa a partir de 2011, desde que en ese país implementaron la trazabilidad. Quizás no garantiza que nos paguen más, tal vez no, pero sí que no nos paguen menos”, remarcó.
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5) Biotecnología
Por último, Chiappe citó como el quinto pilar estratégico a la biotecnología, la que consideró clave para potenciar la producción agropecuaria en el país.
“La avanzada de la biotecnología está en Argentina”, animó el funcionario, y puso como ejemplo que este año la Comisión Nacional de Biotecnología (CONABIA) ya aprobó 14 eventos OGM, incluyendo nuevos maíces, sojas, levaduras y microorganismos.
Por otro lado, mencionó que hay 36 ensayos confinados en este momento, en lugares restringidos y con estrictas normas de seguridad, en los que se están evaluando desarrollos de variedades con importantes mejoras genéticas no solo de los cultivos tradicionales, sino de otros como lotus, raigrás, cártamo, algodón y arroz.
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