La cebolla dulce mendocina conquista los mercados de Europa y Estados Unidos
Hace tres años, un grupo de productores mendocino adquirió semillas híbridas de cebolla dulce provenientes de Holanda, para concretar una prueba en los suelos cuyanos y evaluar si podía ser un cultivo con potencial en esta zona del país.
El proyecto comenzó con siete hectáreas, distribuidas en Santiago del Estero, San Juan y Mendoza.
Hoy, los resultados muestran que fue una apuesta sólida y con buenos resultados, ya que esta producción sigue creciendo y con el foco en abastecer a mercados importantes, como Estados Unidos y Europa, donde se utiliza mucho sobre todo para la elaboración de comidas rápidas.
LA CEBOLLA DULCE Y SUS CARACTERÍSTICAS ESPECIALES
Se la denomina cebolla “dulce” porque este producto, especialmente elaborado, tiene un muy bajo nivel de pungencia, que es esa sensación de ardor agudo producido por otro tipo de cebollas. Esta característica la hace especial y requerida.
“Hemos acompañado desde el comienzo el proyecto, aprendiendo de la expertise de los técnicos de las empresas clientes extranjeras y dando una nueva alternativa para el sector de alimentos frescos de la provincia”, aseguró Gerardo Arribas, técnico de ProMendoza.
Y agregó: “Estamos orgullosos de estar consolidados como proveedores del mercado americano y europeo con todas las certificaciones necesarias para países tan exigentes”.
Por su parte, Nicolás Musa, director de desarrollos agrícolas de Agrícola Markalen, resaltó la ventaja estratégica de poder ofrecer este producto en contraestación respecto a los principales proveedores, que son todos del Hemisferio Norte.
“El gran valor competitivo que tenemos en el hemisferio Sur es que podemos abastecer con productos frescos los mercados del Norte en momentos del años en que ellos no poseen stock”, describió.
La cebolla dulce, otro producto argentino con oportunidades en el supermercado global
También consideró que la lejanía que tiene Mendoza es un punto a favor, “porque podemos producir y vender al exterior en una ventana específica del año que va del 15 de enero al 15 de marzo, aproximadamente. Y no hay muchos lugares en el mundo que produzcan esta cebolla con ese diámetro que necesitan para abastecerse en esas fechas”, adicionó.
Al respecto, resaltó que en estos tres años de trabajo lograron establecer buenas relaciones, “que nos ponen en el mapa de proveedores”.
“Hoy estamos consolidados, tenemos prestigio como provincia productora, por lo que estamos enfocados en la matriz de costos -de producción y logísticos- y en los rendimientos de producción. Es una cebolla que puede venderse, también, en el mercado interno de la provincia y como es tan agradable su sabor, no tenemos dudas de que se va a terminar consumiendo en la Argentina y que vamos a crecer en ventas hacia Brasil”, concluyó Musa.