Lemoine trató de despegar al gobierno del escándalo Astiz y se enojó con Villarruel porque no saltó
Lilia Lemoine estalló de bronca contra Victoria Villarruel porque la vicepresidenta guardó silencio tras el escándalo que se desató cuando seis diputados libertarios viajaron a Ezeiza para reunirse con Alfredo Astiz y otros genocidas de la última dictadura militar que cumplen condenas por delitos de lesa humanidad, que fue adelantado en exclusiva por LPO.
“Lo voy a decir porque me rompe soberanamente las bolas. ¡Por qué carajo Victoria Villarruel no saltó!”, dijo indignada Lemoine y recordó que fue su “leitmotiv de campaña”. La diputada de La Libertad Avanza no ocultó su furia contra la vicepresidenta por su silencio.
Hábil, Villarruel no hizo comentario alguno sobre el tema y eso irritó a los legisladores más cercanos a Karina Milei que esperaban que se pusiese al frente de la defensa de los diputados que participaron de la comitiva y varios estaban identificados con la causa de la vice.
Eso explica el explosivo reproche de Lilia en su programa de radio No la ven. A su vez, la reacción de la libertaria alimentó las sospechas que circuló entre algunos legisladores oficialistas sobre el intento de los allegados a Karina Milei de endilgarle el escándalo a la vicepresidenta.
La estrategia la marcó el propio Milei cuando en una entrevista con Fantino dijo que “no habría ido” a Ezeiza. Luego, los pocos funcionarios del Ejecutivo que opinaron sobre el tema lo hicieron en igual sentido.
En el Congreso, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y Gabriel Bornoroni, autoridad del bloque oficialista, intentaron también despegarse del escándalo aunque hay pruebas suficientes de que Menem conocía de antemano la reunión.
Una investigación de LPO detectó que los diputados utilizaron una camioneta de la Cámara Baja para llegar a la cárcel provista por la presidencia y fue el secretario de mayor confianza de Martín, su primo Sharif Menem, quien anotó detalladamente quienes iban a ir.
Luego, los chat que se filtraron a la prensa, confirmaron que un grupo de legisladores trabajaban desde febrero con abogados y sacerdotes en una estrategia legislativa para lograr el indulto de los genocidas o de mínima, conseguirles detención domiciliaria.
Lejos de lo que pretendía el gobierno, en ningún momento quedó expuesta la figura de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Por el contrario, terminaron envueltos en el escándalo Martín Menem y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich que es señalada como la funcionaria que facilitó el ingreso al penal. Al punto tal que los visitantes pudieron acceder con sus celulares y según relataron ellos mismos, pasaron por controles de los más laxos.
De todas maneras, en la semana en que se produce el tour por Ezeiza, la relación entre Milei y Villarruel atravesaban su peor momento que trataron de disimular en el acto del 9 de julio. La reunión con represores fue dos días después.
“Quisieron hacerle una camita a Villarruel y no mordió. Por eso, organizaron la actividad para todo el bloque y terminaron yendo solo seis, curiosamente, algunos de los más cercanos a la vicepresidenta”, dijeron desde la bancada libertaria a LPO.
Fuente: La Politica On Line