Ocho meses de caída y 144 mil puestos privados menos: el marco para la segunda cita CGT-Gobierno
Con siete meses de gestión, el panorama laboral sigue mostrándose incierto con un desplome que ya acumula ochos meses de continuado y proyecta un noveno con la misma tendencia. Son 144 mil puestos de trabajo menos en el sector privado. Así y todo, el gobierno de Javier Milei busca una luz al final del túnel en señales aún tenues de recuperación de esa curva descendente en diez de las 24 jurisdicciones federales que tampoco es uniforme
Tal es el panorama que dará marco a la segunda reunión formal de la CGT con el Gobierno nacional, esta vez, en la sede Alem de la Secretaría de Trabajo. Los representantes de la central sindical acudirán hoy a las 13 a la mesa convocada por Julio Cordero en una agenda que también incluirá a empresarios pero en una cita posterior, con miras a sentar las bases para una mesa tripartita que funcione como punto de encuentro para debatir una agenda en común.
La foto no es auspiciosa. El cruce de la última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de mayo que elabora la Secretaría de Trabajo y los que surgen del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) en abril muestran una nueva caída en el nivel de empleo, entre septiembre de 2023 y abril de 2024. En meses acumulados, ya supera en duración la contracción laboral durante la crisis financiera global de 2008, la devaluación de 2014 y, más reciente en el tiempo y más arrasador, la pandemia de Covid-19.
La proyección a mayo, en la EIL, tampoco trae mayor calma si se miran los números sueltos porque añade un noveno período de desplome. No obstante, en las décimas reside el optimismo oficialista: el nivel de empleo del total de los once aglomerados urbanos relevados muestra una leve reducción que sigue la tendencia decreciente de marzo (-0,5%) y abril (-0,4%), ahora en mayo (-0,3%).
Es en esta continuidad que el Gobierno ve señales positivas con una desaceleración de la curva que aún no es uniforme ni en todos los sectores ni en todo el país. En las provincias de Catamarca, Chubut, Corrientes, Jujuy, La Rioja, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta y Tucumán se advierte un leve crecimiento en la variación del empleo salariado registrado entre el 0,1 y 1,8% en relación al primer trimestre del año en el cual creció dos puntos el desempleo nacional.
Un dato no menor es que nueve de ellas están en manos de gobernadores que firmaron el Pacto de Mayo y mostraron buena predisposición con la Rosada pero, dato curioso, es la provincia de Ricardo Quintela la que mejor perspectiva muestra en ese conjunto con una mejora del 1,8% en la generación de empleo asalariado en el sector privado.
Asimismo, en otros nueves territorios se redujo el ritmo de caída. De ellos, seis son signatarios del Pacto -CABA, Chaco, Córdoba, San Luis, Santa Fe y Santiago del Estero- y otros tres -PBA, Formosa y La Pampa- se mantienen como duros antagonistas. Ayer el gobierno bonaerense contrapropuso su propio RIGI al esquema que impulsa Nación y al que adhieren los gobernadores que dieron su presente en Tucumán.
Por último, Entre Ríos, San Juan y Tierra del Fuego no muestran cambios y Santa Cruz y Mendoza son las únicas dos provincias con una baja que se agudiza.
En términos nominales, a lo largo de los últimos ocho meses, ya se perdieron 144 mil empleos asalariados en el sector privado, lo que implica una reducción del 2,3% del número de personas con puestos formales en empresas privadas durante ese período. Esto elevaría el porcentaje promedio de desempleo que ya en el primer trimestre de 2024 pasó de 5,7% a 7,7%. En términos nominales, son 13 mil puestos de trabajo menos solo en la última medición, que suman al menos otros 20 mil más si se consideran las bajas estatales acorde a los números divulgados por el Gobierno y la denuncia de los gremios.
El desplome del empleo por sector y población
Desde la perspectiva sectorial, en diez de los catorce sectores evaluados hay una mejora. En cuatro de ellos, el empleo formal creció -Agricultura, ganadería y silvicultura; Pesca; Hoteles y restaurantes y Enseñanza-; en dos, el número se estancó -Comercio y Servicios comunitarios, sociales y personales-; y en cuatro se aminoró la caída -Construcción; Transporte, almacenamiento y Comunicaciones; Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y Servicios sociales y de salud- en relación a los datos previos. La Construcción sigue totalizando el grueso de las bajas.
Acorde a los datos oficiales, la contracción del empleo formal privado en abril se explica casi totalmente por la dinámica en la Construcción y la Industria y en tres provincias: Buenos Aires, Santa Cruz y Santa Fe. Y la expectativa de contratación no demuestra todavía una mejora sustancial, sino que se mantiene empatada con el 2,1% de las empresas que proyectan reducir su plantel. Esto deja la balanza en una suerte de paridad en lo que refiere al empleo para los próximos meses.
Aquí el Gobierno pretende incidir a partir de la reglamentación de la Ley Bases, exhortando a los empresarios a reactivar sus planes de inversiones y contratación de personal bajo las nuevas condiciones normativas. Tal como esbozó el secretario de Trabajo en una entrevista exclusiva con El Cronista, las condiciones ya están dadas, entienden desde el Ejecutivo, para revertir la pausa en las inversiones y renovación de contratos.
Cuando se lo analiza en términos demográficos, la reducción del empleo formal privado se concentra mayoritariamente en los varones y en los puestos que realizan tareas que requieren un bajo nivel de calificación. De hecho, el empleo entre los varones se contrajo hasta dos puntos porcentuales más que entre las mujeres y explica el 85% de la caída total del empleo registrado.
En paralelo, los puestos de trabajo de calificación operativa cayeron 2,8% y los puestos que no requieren calificación lo hicieron en 2,9%, ambos valores que son bastante más elevados que la caída que mostraron los puestos de calificación profesional (-1,3%) y técnica (-0,9%). De hecho, la baja en los puestos de calificación operativa explica el 60% de la caída del empleo total y alcanza el 84% si se añaden los puestos que no requieren calificación.
Para las demás categorías que componen el trabajo registrado se observan diferentes comportamientos durante los primeros meses de 2024, aclara el informe oficial del Gobierno. Mientras que los asalariados del sector público mostraron la mayor caída intermensual en enero (-0,9%) y en febrero y marzo mantuvieron una curva estable, en abril volvió a disminuir un -0,1% y faltan computar la nueva ola de despidos a fin de junio.
En simultáneo, las personas empleadas en casas particulares mostraron una tendencia constante a la reducción durante todos los meses de 2024 y la tendencia se proyecta sin cambios a largo plazo. Mientras que las y los trabajadores encuadrados en el régimen de monotributo aumentaron un 1,9% en enero y un 0,5% en febrero, sufrieron un revés -0,6% en marzo y en abril no hubo cambios. A futuro, en el Gobierno pronostican una tendencia creciente en este segmento.
Por último, los monotributistas sociales, excepto en febrero, siguen exhibiendo caídas significativas con variaciones entre -1,2% y el -1,9%.
Fuente: El Cronista