Amenazados de muerte por la mafia de Brasil: el caso de la banda que intentó traficar 9 mil kilos de éxtasis
Esta semana, el Tribunal Oral Federal de Paraná, provincia de Entre Ríos, condenó a una banda de misioneros por intentar traficar 9 mil pastillas de éxtasis y cristal de MDMA puro desde Brasil hasta Buenos Aires, en un expediente bajo la calificación de transporte de estupefacientes agravado. A los acusados, Alexis y Claudio Da Silva, les impusieron penas de 6 años y dos meses y 4 años y dos meses respectivamente. Fernando Seles, el tercero en la lista, recibió siete años de condena. Todos ellos tenían domicilio en Bernardo de Irigoyen, localidad ubicada en el extremo norte de Misiones, a poca distancia de la ciudad brasileña de Dionisio Cerqueira. El fallo, con una acusación del fiscal José Candioti, se dictó el martes y los fundamentos del tribunal se conocieron ayer jueves.
La historia de esta banda es notable, una aventura narco bajo la sombra de la mafia. En uno de los aparatos incautados en el expediente se encontraron textos que indicaron que Seles habría sido quien adquirió los estupefacientes. Incluso se detectaron mensajes posteriores a la incautación donde mafiosos brasileños le decían “Perdiste la carga. Te vamos a matar”. Oficialmente, la droga secuestrada fue valuada en 200 mil dólares. Seles, después de su detención, intentó vender un auto para cubrir parte del costo de la operación narco fallida.
El expediente comenzó en la mañana del 27 de diciembre de 2022. En el puesto caminero de Paso Cerrito, a la altura del km. 341 de la Autovía Ruta 14, una agente de la Policía provincial realizaba un control vehicular.
A las 6 AM, la agente detuvo a una Volkswagen Saveiro blanca que circulaba hacia el sur. Pidió licencia de conducir a Alexis Da Silva y también la documentación del vehículo. De acompañante iba Lucas Claudio Da Silva. Estaba dormido, pero se despertó.
Mientras revisaba los papeles, la agente hizo la pregunta de rutina: “¿Hacia dónde se dirigen?”. El conductor y el acompañante dijeron destinos diferentes. Al caer en una contradicción, se pusieron nerviosos. La agente sospechó algo y les pidió correrse a un costado de la ruta.
Luego, dio aviso a su superior, quien se encontraba en la casilla al costado del puesto policial. Mientras se vestía, el responsable del destacamento ordenó que perros entrenados olfateen el vehículo. Un sargento, guía de canes de la fuerza, llevó entonces a una perra llamada Jana hacia la Saveiro. Jana marcó de inmediato la zona trasera, del lado del conductor.
Así, se registró la camioneta. Entre la rueda de auxilio, la puerta y el habitáculo del acompañante, los misioneros llevaban 8.913 comprimidos de éxtasis con el logotipo de la gaseosa Sprite, de color naranja, rosa y blanco, además de MDMA puro.
La investigación posterior, según documentos del caso, corroboró que la droga fue adquirida en Florianópolis, Brasil. Su destino final era Buenos Aires, donde la carga ya había sido vendida.
Las cosas para la banda, sin embargo, no terminaron en ese control.
El 12 de julio de 2023 fue arrestado Seles en Bernardo de Irigoyen. Los investigadores llegaron a él por mensajes en el celular Samsung de Alexis. El iPhone de Lucas no pudo ser desbloqueado.
En el juicio, los jueces Roberto López Arango; Noemí Berros y Lilia Carneros consideraron probado que Seles era el tercer integrante de la banda. Tuvieron como base los mensajes que encontraron en uno de sus dos teléfonos. Allí quedó constancia de que, de acuerdo a las pruebas hasta el momento, habría participado en el armado del viaje. Llegó a pedirle a Alexis dos camiones para hacer el transporte, pero al no conseguirlo tuvieron que ir ellos.
Además, la geolocalización del aparato lo ubicó en la misma ruta que los Da Silva el día del procedimiento. Iba en otro auto, de campana y custodio de la Saveiro. Los dos vehículos se encontraron en San Vicente, una ciudad misionera al sur de Bernardo de Irigoyen, ubicada a la vera de la Ruta 14. Desde allí partieron el 26 de diciembre con destino a Buenos Aires. La Justicia sospecha que Seles también transportaba éxtasis en su auto, que no se pudo localizar. Cuando detuvieron a sus cómplices, regresó a Misiones.
Alexis Da Silva apenas tiene tan solo educación primaria completa. Trabaja de changarín, según manifestó. Al momento de su detención y durante las demás ocasiones en las que hizo uso de su facultad de declarar, Alexis sostuvo que él pensaba que estaban transportando pastillas de Viagra.
“Si creía eso ¿Por qué esconderla, camuflarla tan bien en las puertas y en la rueda de auxilio del vehículo?”, preguntó el fiscal federal José Candioti en su alegato de cierre, desbaratando esa excusa. En su voto, el juez López Arango consideró que la banda no era una organización afilada, sino que más bien mostraba “un actuar improvisado, aleatorio”. En su exposición, Candioti también fue vehemente al pedir al Tribunal criminalizar a los que “trafican con la muerte”. Acentuó a su vez el peligro “gravísimo” que implica para la salud de los jóvenes esta droga de diseño.
Fuente: InfoBae