“El desafío es comunicar mejor cómo la agricultura digital inteligente ayuda a la producción sustentable”
Un drone ingresa al lote, toma imágenes del mismo y, mediante el análisis con software entrenado con inteligencia artificial, determina cuáles son las zonas que tienen malezas y prescribe una aplicación sectorizada y específica de herbicidas.
¿El resultado? Un ahorro de alrededor del 60% no solo en el uso de agroquímicos, sino también en la cantidad de agua.
A grandes rasgos, esos son los beneficios que tiene el Mapeo Digital de Malezas (MDM), uno de los últimos servicios que lanzó la plataforma de agricultura digital Xarvio, propiedad del grupo BASF.
El director de Digital y Nuevos Modelos de Negocios BASF Agro América Latina, Almir Araújo, lo usó como ejemplo de cómo la tecnología 4.0 en el campo puede aportar al objetivo de una mayor sustentabilidad, tanto ambiental como social y económica, de los sistemas productivos.
Lo hizo durante el World Agri-Tech South America Summit que se llevó a cabo en San Pablo (Brasil) y del que participó Infocampo, invitado por la compañía alemana.
AGRICULTURA DIGITAL “INTELIGENTE”
Araújo fue uno de los oradores del panel “El desafío de la adopción de la agricultura inteligente: aumentar el rendimiento y la eficiencia mediante la integración de datos y maquinaria”.
Allí, dejó en claro una de las filosofías que persiguen en BASF y que trasladan por medio de los desarrollos de Xarvio: “El desafío es comunicar mejor cómo la agricultura digital inteligente ayuda a la producción sustentable”.
Y el ejemplo que utilizó concretamente es el siguiente: “Nos preguntamos, ¿cuál es el porcentaje de agua en una aplicación de herbicida? Hicimos el cálculo y llegamos a la conclusión de que, reduciendo el 60% las aplicaciones, para 1.000 hectáreas, son 36.000 litros de agua menos utilizadas. Es decir, que en un millón de hectáreas, con Xarvio podemos ahorrar 36 millones de litros de agua”.
Cabe recordar que el ambicioso objetivo de BASF es llegar a utilizar estos servicios en un universo de 400 millones de hectáreas a nivel mundial, lo que –proyectando de manera directa estos resultados– implicaría ajustar en más de 14.000 millones de litros el consumo de agua.
Pero Araújo insistió en que esta sustentabilidad no es solo ambiental, sino también económica, un aspecto clave para que los productores adopten el uso de estas tecnologías.
Un mapa digital de malezas muestra la ruta para ahorrar en herbicidas, agua y operatividad
“Lograr este nivel de eficiencia achica los costos y, por ende, podemos mostrarle al productor que su rentabilidad mejora del 2 al 5%”, enfatizó Araújo.
Y completó: “Así, no solo entiende la propuesta de valor, sino que también ve el retorno de la inversión, y al ver ese impacto real es más fácil que adopte la tecnología”.
Por ese motivo, consideró que más allá de que las empresas estén pensando permanentemente innovaciones, “el productor debe estar siempre en el centro de las decisiones”.
INTELIGENCIA APLICADA AL CAMPO
En similar sentido se expresó Renato Seraphim, propietario de Ciamara Máquinas, uno de los mayores distribuidores de equipos John Deere del gigantesco mercado brasileño.
Como un parámetro al respecto: solo en el Mato Grosso, hay un universo de 75.000 productores que necesitan mejorar su acceso a la tecnología.
Y allí Seraphim coincidió con Araújo en que el principal propósito que deben perseguir las compañías es que, antes de seguir sumando innovaciones a las máquinas, lograr que las mismas lleguen a quienes las van a utilizar.
“El desafío no es ponerle más tecnología a las máquinas, sino cómo conectarlas para que sean una solución que lleguen efectivamente al campo, que sea más fácil para los productores”, dijo en el Congreso en San Pablo.
En la zona del Mato Grosso, por ejemplo, uno de los temas importantes es la protección de las áreas boscosas reservadas, y allí coincidió también es que no se puede hablar solo de sustentabilidad ambiental, y no brindar soluciones de eficiencia que mejoran también la economía de los productores.
“Tenemos data, herramientas de información para aplicar menos; la clave es cómo proveer esa información a los productores para que produzcan con menos recursos y a la vez que comprendan que, con esos mejores resultados, uno tiene más sustentabilidad y rentabilidad”, mencionó.
Prácticamente en la misma sintonía se expresó también Rodrigo Junqueira, director de Ventas para AGCO en Sudamérica.
“Estamos muy enfocados en los clientes, en darles a los productores el centro de todas las decisiones que se tomen. Y después de eso vender más maquinas”, resaltó.
Asimismo, instó a que todas las empresas de maquinaria y tecnología trabajen de manera colaborativa, porque consideró imprescindible “trabajar juntos para conectar a los productores en todo el mundo”.
“Si hablamos de Sudamérica o Centroamérica, tenemos que pensar que es importante que implementen agricultura inteligente, independientemente de la marca que usen”, fundamentó.