La sustentabilidad se abre paso en la producción de vino: “Hay que subirse, o no se podrá producir”
¿Cómo mantener o incrementar rindes, sin perder el tren de la sustentabilidad? Lanzarse al mundo de la producción de alimentos con la menor secuela posible en el medio ambiente es una decisión que muchos productores argentinos han tomado en los últimos tiempos.
El mundo del vino y las actividades que acompañan a esta economía que se genera en las fincas, que además de la producción de uvas puede estar ligada al tomate, ajo, frutas de carozo y otras, es uno de los rubros del campo argentino que picó en punta en esta materia.
Por eso, la consigna de producir más pero cuidar el suelo es una premisa a seguir. Sobre este punto, Daniel Merlo, gerente general de Luján Agrícola, una de las compañías vinculadas al abastecimiento al productor que participó de la última edición de Sitevinitech, en Mendoza.
Entusiasmo en la cadena del vino: “Fue la mejor de todas las Sitevinitech que hubieron”
La feria que tradicionalmente opera como el lugar ideal para brindarle a los productores todas las herramientas e insumos que se requieren para producir en una finca, fue también el lugar en el que se debatieron distintos aspectos vinculados a los desafíos que presenta la producción actual.
“La sustentabilidad en la agricultura no está por comenzar, sino que ya comenzó. Es algo a lo cual o te subís, o sino no podrás producir”, graficó Merlo.
El empresario sostuvo que “hay un montón de lanzamientos que se vienen con control biológico en término de fitosanitarios”, y que las moléculas que se están desarrollando “están pensadas en tener una mejor relación con el medio ambiente”.
“Además hay nuevas tecnologías de aplicación. Son tecnologías que vienen a trabajar con los insumos de una manera mancomunada tanto la tecnología del principio activo como la de aplicación. Las dos cosas son muy importantes y eso está en auge”, explicó.
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Y sostuvo: “Es importante ver cómo hacemos una agricultura más sustentable sin bajar la productividad de la hectárea. Ese es el principal desafío de la agricultura orgánica”.
“A veces caen en rendimientos y empiezan a tener dudas sobre si seguir en esos caminos o no. Por eso lo que prima es cómo le vamos a da mayores rendimientos al mundo”, expresó.
EL VINO Y SUS REGIONES
Ante una expansión del área de producción del vino en la Argentina y nuevos lugares que se suman como superficies cultivables de vid, los desafíos para abastecer a los emprendedores pueden ser desafiantes y diversos.
“Si plantás algo cercano al mar tendrás una influencia marítima que requerirá de otras tecnologías o productos, distinto a lo que puede ser en Mendoza, que es un desierto”, comparó.
También destacó las diferencias con zonas de producción como Cafayate en Salta, o el Alto valle del río Negro. Incluso en otras zonas de la provincia de Buenos Aires.
“Allí se están haciendo plantaciones de viñedos muy australes. En Sierra de la Ventana hay lugares con más problemas de humedad y quieren productos especiales para temas de humedad. Pero también de vientos, y entonces tienen que ver cómo paliar eso y hacer cortinas para que los vientos no compliquen la producción”, señaló.
“Me sorprendió para bien lo que se hizo en el mar, en zonas vitivinícolas muy cercanas a la costa. Porque para comprobar requiere de muchos años: uno planta un viñedo y recién al tercer verde tendrás alguna producción con la cual más o menos puedas elaborar vino”, comentó.
A su vez expresó: “Y necesitarás también de alguna investigación y desarrollo para ver cuáles son las que se dieron mejor en ese paralelo, en ese terroir”.
“Hoy no se puede pensar en otra agricultura que no sea sustentable. La que sea. Mendoza lo que tiene, y en eso ha sido pionera, es que hemos tenido muchas presiones de nuestros clientes porque ellos cuando exportan, los propios mercados de destino les demandan certificaciones que ellos tienen que cumplirlas, y hacérselas cumplir a los productores”, explicó.