Las excusas de que dio Corpac sobre el origen del cortocircuito en el aeropuerto Jorge Chávez: “Fueron los ratones”
El domingo 2 de junio, pasadas las 6 de la tarde, la luz se fue en una de las áreas más importantes del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez: su pista de aterrizaje principal. Tuvieron que pasar más de 14 horas para que el personal de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) —institución encargada de dicha zona— restablezca el fluido eléctrico y los aviones puedan partir o arribar.
El desperfecto perjudicó a miles de pasajeros nacionales e internacionales. Aproximadamente, las autoridades calculan que un promedio de 200 vuelos fueron cancelados o retrasados y más de 10 mil viajeros perjudicados durante el tiempo en que la pista de aterrizaje dejó de funcionar.
Este cortocircuito fue calificado por el titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Raúl Pérez Reyes, —y otras autoridades ligadas al funcionamiento de la terminal aérea más importante del Perú— como un “evento fortuito”.
“Lamentamos esta situación que claramente afecta a los pasajeros, que es totalmente inesperada, indeseada. Lo que se ha hecho es trabajar de la forma más rápida para poder restablecer la operación de la pista. Es un evento fortuito. Ya lo resolvió Corpac con su equipo técnico. Estamos hablando de un evento fortuito. Habría sanción si hubiera un incumplimiento. Y en este momento no lo hay (…). Es un evento fortuito y ya Corpac lo resolvió”, manifestó al día siguiente del caos vivido en el Jorge Chávez.
Excusas de Corpac
Sin embargo, gracias a una reportaje emitido por Panorama, dominical de Panamericana Televisión, se descubrió que este ‘evento fortuito’ podría haber sido causado por diversos factores que sí eran posible prevenir.
Al restablecerse la luz, luego que el personal de Corpac recorriera, de ida y vuelta, los 5 kilómetros de la pista de aterrizaje para descubrir en dónde se originó el problema, personal de la Defensoría del Pueblo acudió hasta la zona de emergencia para constatar qué estaba ocurriendo en el aeropuerto Internacional.
Fue así que recibieron una serie de excusas por parte de la compañía estatal para justificar su falta de plan de contingencia ante situaciones de este calibre, que perjudicó a miles de ciudadanos nacionales y extranjeros.
En diálogo con el mencionado medio, Marcos Ibazeta, adjunto de la Lucha Contra la Corrupción, Transparencia y Eficiencia del Estado de la Defensoría del Pueblo, reveló que los trabajos de reparación del fluido eléctrico fueron dejados “al azar”.
“Estaban picando y picando (a lo largo de la pista de aterrizaje) para ver dónde fue el problema, cuando les preguntamos, no nos dieron respuesta ni pudimos ver dónde fue, pero al final nos dijeron que (el cortocircuito) no fue en un solo punto, sino en dos puntos”, narró Ibazeta.
De la misma manera, desde Corpac le explicaron al personal de la Defensoría que el desperfecto eléctrico ocurrió por diversos factores, entre ellos, la presencia de roedores en la parte subterránea de la pista de aterrizaje.
“Me dijeron que puede volver a ocurrir por las condiciones de la tierra, el deterioro del cable, su antigüedad y hasta que los ratones puedan haber estado corroyendo esto (los cables). Esa hipótesis nos dieron, entre otras posibilidades”, contó el funcionario.
“Si puede volver a repetirse, nos dijeron. Y eso no es posible, porque estamos en un riesgo terrible. Tenemos que tomar decisiones ya. “Yo pido la cabeza de todos (los involucrados), incluyendo la del ministro de Transportes y Comunicaciones por tener responsabilidad política”, aseveró.
Fuente: InfoBae