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Lanzan una Red de Salud de Suelos, para mitigar el deterioro asociado a la maquinaria agrícola

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La estructura de los suelos es un aspecto fundamental para garantizar no solo la productividad de los cultivos, sino también la sustentabilidad de los sistemas de producción, ya que es lo que regula procesos clave como el ingreso y movimiento de agua, nutrientes, el crecimiento de raíces y la actividad biológica.

En resumidas cuentas, destacan desde la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), un suelo “saludable” es capaz de cumplir con éstas y otras funciones, y mantenerlas de forma estable en el tiempo.

Sin embargo, a pesar de las ventajas de la siembra directa, en distintas regiones del país se advierten procesos de degradación de esta estructura, lo que se traduce en fenómenos como acidificación, pérdida de nutrientes y pérdida de materia orgánica o carbono en los suelos.

Y en ese marco, estudiar en profundidad estos fenómenos y sus impactos es clave para conocer cómo prevenir o revertir la degradación de la estructura de los suelos: ¿Cuánto impacta esa estructura sobre los rendimientos y márgenes de los cultivos? ¿Se pueden corregir alteraciones a través de un manejo integral de suelos? ¿En cuánto tiempo? ¿Es posible hacerlo en forma rentable?

UNA RED DE SALUD DE SUELOS

Así es que, para dar respuesta a estas preguntas, en el marco de una nueva edición de Agroactiva, el Programa Sistema Chacras de Aapresid lanzó su nueva Red de Salud de Suelos.

“El trabajo estará enfocado en la generación y transferencia de conocimiento y formación de recursos humanos para evitar el impacto de la maquinaria agrícola sobre la calidad funcional de la estructura, según características y manejo”, señalaron desde la Asociación.

Los objetivos específicos a los que responde esta red, en tanto, son los siguientes:

  • Prevenir o mitigar el deterioro de la estructura del suelo por efecto del tránsito o por efecto del tipo de elemento de impacto (rodamientos, tren de siembra).
  • Transferir metodologías de diagnóstico y niveles de referencia para evaluar el estado de la salud física.
  • Cuantificar el impacto productivo y económico.
  • Conocer, evaluar y difundir la oferta tecnológica orientada a prevenir la degradación.

“En este sentido, se espera alcanzar ciertos criterios y estrategias para disminuir el tránsito y selección del tipo de elemento de impacto, demandas y/o necesidades de modificaciones o desarrollo de nuevas tecnologías. Así también, un protocolo de diagnóstico del estado de la salud física del suelo y niveles de referencia, como productores/asesores capacitados en diagnóstico”, continuó Aapresid.

EL IMPACTO DE LA COMPACTACIÓN

Otro de los resultados esperados tiene que ver con la medición en el impacto de la compactación/densificación sobre la productividad de los cultivos y sistemas de producción, y la aplicación de nuevas tecnologías para la prevención o mitigación del deterioro de la estructura física.

En línea con esto, Lina Bosaz, Coordinadora Técnica de la Red, explicó que todo comenzará con un proceso de relevamiento de información y toma de datos, para luego comenzar a generar resultados.

“Esperamos que a finales de este año y comienzos del que viene, podamos estar compartiendo algunos números. Paralelamente, se avanzará con los productos asociados a la formación de recursos humanos, brindando talleres de intercambio y jornadas de capacitación en lo relacionado a la densificación  y salud del suelo”, precisó.

Vale mencionar que varias empresas importantes ya forman parte de esta red, como John Deere, Metalfor, Volkswagen, Easy Agro y AGD-Experta.

¿QUÉ ES UNA RED TEMÁTICA?

Por otro lado, desde Aapresid recordaron que el espacio de redes temáticas fue creado para el desarrollo de información aplicada e intercambio de experiencias en temas de interés para productores y técnicos a escala regional.

Dicho espacio, se conforma a partir de la identificación de una demanda específica, compartida entre productores y técnicos de una determinada región, donde el paso inicial es caracterizar una necesidad de desarrollo de conocimiento en algún tema específico que permita mejoras en los sistemas productivos.

Participan de las redes temáticas: productores y asesores que aportan conocimiento y experiencia, y son protagonistas del desarrollo en sus campos; expertos que proyectan actividades, analizan la información emergente y presentan informes de resultados; y empresas que aportan tecnología, conocimiento y recursos para el funcionamiento.

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