La trama secreta de la nueva apuesta del Gobierno: desarmar la bomba de conflictos que prepara el sindicalismo
¿Logrará el Gobierno desactivar el segundo paro general de la CGT desde el 10 de diciembre? Será el telón de fondo de la sorpresiva convocatoria del ministro del Interior, Guillermo Francos, para mantener esta tarde la primera reunión oficial con la dirigencia cegetista. Apenas 24 horas después, el Consejo Directivo de la central obrera debatirá la fecha y la modalidad de otra medida de fuerza.
La iniciativa de la Casa Rosada estuvo precedida por la reanudación de los contactos reservados entre Francos y el ala dialoguista de la CGT, en donde, en medio de las tensiones con el sindicalismo por la falta de homologación de las paritarias y los despidos en el Estado, se habló de la posibilidad de que el Poder Ejecutivo aliente una versión recortada de la reforma laboral, sin los puntos que causan más irritación a los gremialistas, como las limitaciones a las cuotas solidarias y a la ultraactividad de los convenios. El oficialismo lo hará en forma indirecta a través de la inclusión en la Ley Bases de un proyecto de ley sobre el tema que presentarán en las próximas horas los diputados de la UCR.
De la misma forma, en la reunión que se realizará, a las 16, en la Casa de Gobierno, la delegación de la CGT planteará sus quejas por la decisión oficial de no homologar que superan la pauta salarial del 15% en febrero y del 9% en marzo, impulsada por el Ministerio de Economía para acompañar el descenso de la inflación. Por eso será clave la presencia del secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien está revisando paritaria por paritaria para verificar que los aumentos sean “razonables”, como exigió el ministro Luis Caputo al confirmar que no validarán la mejora del 45% de Camioneros.
Cordero dio este miércoles una fuerte señal en favor de quienes acaten el tope salarial que fija el Gobierno: como anticipó Infobae, Trabajo decidió homologar el aumento del 45% otorgado en febrero al Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), hasta ahora sin convalidación oficial, ante la decisión del gremio de pactar incrementos del 10% para marzo y del 4% para abril, en sintonía con las previsiones inflacionarias descendentes.
¿Quiere decir que ahora el gremio de los Moyano podría lograr la homologación de la paritaria del 45% en febrero si en las nuevas negociaciones con las cámaras, que comenzarán este jueves, aceptan que el aumento para mayo no supere las previsiones inflacionarias del Gobierno? No necesariamente: el acuerdo de Camioneros formalmente se trabó porque Trabajo aún analiza las impugnaciones presentadas por un sector de los empresarios del sector. Nadie sabe aun si podrá adherir a esa suerte de “plan canje” oficial que ofrece homologación a cambio de nuevas paritarias firmadas a la baja.
Por ese motivo, los dirigentes cegetistas esperan que la Casa Rosada proponga un esquema de paritarias pactadas por la inflación futura y no pasada, como se hizo en anteriores gobiernos, sobre todo peronistas, con la intención de desalentar las expectativas del alza del costo de vida.
“Más allá de las diferencias políticas, destacamos el gesto del sindicato de acompañar el camino de una inflación a la baja”, afirmaron a Infobae en la Secretaría de Trabajo acerca de la paritaria bimestral tan moderada que firmó Víctor Santa María, titular del SUTERH, enrolado en el kirchnerismo. ¿Podrá aspirar Pablo Moyano a un tratamiento similar? Suena muy complicado porque el hijo mayor del líder del Sindicato de Camioneros maneja solo con un pie en el acelerador, sin freno ni volante, y el camino que eligió es el del enfrentamiento irreductible al gobierno de Milei.
Por eso ya anticipó que no piensa reunirse con nadie del Gobierno y todos lo dan como ausente en la reunión de Francos y la CGT de esta tarde. Sí estarán, en cambio, dialoguistas como Héctor Daer (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Jorge Sola (seguro), miembros del sector de “los Gordos” y de los “independientes, más Carlos Acuña (estaciones de servicio), el otro cotitular cegetista junto con Daer y Moyano, pese a que está fielmente alineado con Luis Barrionuevo (gastronómicos), un flamante opositor de su ex aliado Milei.
La fracción moderada de la CGT llegará a la Casa Rosada con la expectativa de lograr algo concreto para exhibir al día siguiente ante el consejo directivo y amortiguar las presiones para apurar un paro nacional de 24 horas, como impulsan Pablo Moyano, los sectores combativos y kirchneristas.
Para el ala dialoguista, lo ideal sería que el Gobierno los convoque a una mesa de diálogo tripartito donde puedan discutir, junto con el empresariado, algunos de los principales lineamientos socioeconómicos, e incluso fantasean con la posibilidad de que Milei los invite al Pacto de Mayo, aunque sólo si hay voluntad presidencial de revisar algunas medidas y ofrecerles participación.
Ayer por la tarde, cuando aún no se había formalizado la invitación de Francos, un jefe dialoguista de la CGT dio algunas pistas acerca de lo que vendría. Por un lado, no negó los nuevos contactos con el ministro del Interior y, por otro, advirtió acerca de las negociaciones por una reforma laboral recortada: “Por ahora es todo verso. Queremos una reunión institucional. Siempre fuimos de promover el diálogo sin restricciones y queremos ser escuchados a partir de nuestros puntos de vista”.
Cuando se le preguntó si la CGT aceptaría una convocatoria libertaria para negociar la reforma laboral, entre otros puntos, respondió: “La decisión del diálogo es responsabilidad del que gobierna. No le tememos al diálogo. Todo lo contrario. El que confrontó desde el principio fue el Gobierno”.
Un indicio sobre la actitud de la CGT se dará este miércoles, a las 11, cuando la cúpula sindical reciba a senadores nacionales de Unión por la Patria, con quienes analizarán una estrategia conjunta para frenar la Ley Bases en la Cámara Alta, incluida la restitución del Impuesto a las Ganancias. En la dirigencia cegetista aseguraron que existe “un guiño” de legisladores del peronismo a un proyecto de ley presentado la semana pasada por el bloque de senadores nacionales de la UCR, que es una propuesta de reforma laboral limitada porque rescata solo tres ejes del DNU 70 dictado por Milei: un Fondo de Cese Laboral para reemplazar la indemnización a los nuevos empleados, la modificación de las multas laborales y la extensión del período de prueba de trabajadores a 6 meses.
El radicalismo avanza en la Cámara Baja con un proyecto de reforma laboral para ser incluido en la Ley Bases, según acordaron sus diputados con Francos y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, en una jugada que es apoyada por el PRO y Hacemos Federal. Aún no definieron si la iniciativa incluirá el mismo capítulo laboral del DNU o una versión recortada para lograr más apoyos y facilitar su sanción en el recinto. Es el Gobierno el que primero debe definir si cierra un acuerdo con la CGT que derive en la eliminación de los artículos más resistidos por los gremialistas o si insiste con una reforma laboral que puede trabarse de nuevo en la Justicia. La oposición dialoguista, en el primer caso, le permitiría a Milei un instrumento para concretar cambios laborales sin parecer que cedió ante el poder sindical.
Todo lo que se decida en la reunión entre Francos y la CGT repercutirá en el “superjueves” que le espera mañana al sindicalismo. Por un lado, se hará la reunión del consejo directivo cegetista para debatir sobre la nueva protesta: el sector más combativo impulsa un paro general antes de la movilización a la Plaza de Mayo proyectada para conmemorar el Día del Trabajador, el 1° de mayo, pero la fracción dialoguista es partidaria de concretar una huelga recién después de esa concentración callejera para “medir la fuerza real” del malestar de los trabajadores contra las políticas del Gobierno.
Pero, además, tendrá lugar el plenario del Sindicato de Camioneros para decidir otra medida de fuerza por la no homologación de la paritaria y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) tiene previsto anunciar una huelga si fracasa la audiencia con las cámaras para acordar un aumento salarial.
En las próximas horas puede abrirse otra etapa en la conflictiva relación entre el Gobierno y el sindicalismo. O puede tornarse aún más virulento el duro enfrentamiento que mantienen.
Fuente: InfoBae