Al mes una persona recibe hasta 11 llamadas spam para ventas o robos, este es el caos con el móvil
Actualmente, recibir una llamada es sinónimo de situaciones poco agradables, puede ser que sea un banco ofreciendo un servicio, un operador móvil vendiendo un plan de telefonía, una empresa de seguros insistiendo por un producto o un delincuente haciéndose pasar por alguien o una empresa para intentar robarnos información o dinero. Esta es una realidad da vez más recurrente.
Un ejemplo es lo que sucede en Colombia, donde según Truecaller, aplicación para identificar llamadas, un usuario puede recibir al mes 11 llamadas spam en promedio. Estos normalmente son comunicaciones que interrumpen jornadas de trabajo o tiempo en casa y solo crean situaciones molestas en las que probablemente las personas terminan rechazando el servicio que les ofrecen.
Sin embargo, el problema real es que de ese número de llamadas el 80% pueden ser fraudes, es decir, que cerca de ocho de las llamadas recibidas tienen la intención de estafar o robar información valiosa a los usuarios. Un número muy alto, teniendo en cuenta que no todas las personas logran identificar que se trata de un fraude.
La Fiscalía colombiana ha corroborado esta tendencia, indicando que los robos y estafas a través de llamadas al celular y mensajes de texto han experimentado un incremento del 84% después de la pandemia en 2020.
Una cifra que se ha mantenido constante en los últimos tres años. En 2023, se presentaron más de 24.000 denuncias por delitos informáticos relacionados con estas prácticas delictivas.
Cómo logran los ciberdelincuentes llevar a cabo estas estafas
La respuesta se reduce a dos aspectos: aprovechando la confianza y la vulnerabilidad de los usuarios a través de llamadas telefónicas o mensajes de texto. Para lograrlo, los delincuentes se hacen pasar por personas de confianza, empresas legítimas o entidades con las que las personas tienen contacto regularmente.
El objetivo es engañar a la víctima para que revele información confidencial, desde claves de acceso hasta datos financieros, usando diferentes historias, como problemas de acceso a plataformas virtuales, cambios de clave o ventas de productos.
Una de las tácticas más comunes es el envío de mensajes de texto que contienen enlaces maliciosos. Estos enlaces ejecutan software malicioso al ser abiertos, otorgando al ciberdelincuente acceso a cuentas bancarias, datos personales y al propio dispositivo móvil.
Las modalidades de estafa telefónica son diversas y se adaptan a los diferentes perfiles de usuarios. Una de ellas es el vishing, donde los delincuentes suplantan la identidad de entidades bancarias para obtener información financiera. Se hacen pasar por un supuesto asesor bancario que ofrece beneficios a la víctima, aunque la mayoría de estas llamadas falsas provienen de cárceles.
Otra modalidad conocida como wangiri implica realizar múltiples llamadas por minuto y colgar, esperando que las víctimas devuelvan la llamada. La estafa real ocurre al cobrar tarifas especiales por el tiempo que el usuario permanece en la línea, generando altos costos.
Además, también se usan continuamente las falsas ofertas o sorteos en mensajes de texto que ofrecen productos, servicios o premios a precios muy bajos o gratuitos, con el objetivo de atraer a los usuarios a sitios web falsos donde se les solicita ingresar datos personales, tarjetas de crédito o códigos de verificación.
La Policía en Colombia ha recibido denuncias por más de 200.000 casos de estafas telefónicas en el último año, representando un aumento del 20% en este tipo de conductas delictivas. Estos fraudes han generado pérdidas económicas que superan los $100.000 millones, por lo que es una situación a la que se le debe prestar atención continuamente.
Para evitar caer en este tipo de estafas se recomienda estar muy atento a las llamadas y escuchar atentamente la información que están brindando, en el momento en que el supuesto asesor empiece a pedir datos como números de tarjetas de crédito o contraseñas, se tratará directamente de un robo. Lo mismo sucede en los mensajes de texto, que invitan a ingresar a un enlace para reclamar un premio o hacer el cambio de una contraseña.
Fuente: InfoBae