UATRE: “Las economías regionales usan los planes sociales como excusa para tener gente en negro”
Hace 13 años se dio un severo conflicto en distintas plantas de la industria semillera: la detección de trabajo en condiciones de extrema precariedad disparó todas las alarmas y en aquel entonces las relaciones entre empresarios, obreros migrantes y Estado pasaron su peor momento.
Ahora la relación entre la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) tiene claramente otro color.
El propio titular del gremio, José Voytenco, le puso palabras al buen momento de la relación en una charla con Infocampo en Venado Tuerto, corazón del clúster semillero. Incluso la destacó entre el universo del agro.
“Tienen un 90% de trabajadores en blanco”, destacó.
Sin embargo, Voytenco denunció que otras actividades agropecuarias tienen hoy en día una altísima tasa de trabajo precarizado, le pidió mayor celeridad al Ministerio de Capital Humano y cargó contra algunos productores.
“A los planes sociales se los usa como excusa para tener gente en negro”, aseguró durante una charla en el día en el cual la industria semillera celebró los 75 años de existencia y dio comienzo a la “cosecha de semillas de maíz”.
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MANO A MANO CON EL TITULAR DE LA UATRE
-¿Qué los trae como gremio a estar presentes aquí en Venado Tuerto?
-Porque esta es una industria más que importante que convoca a buena parte de los trabajadores golondrina. Es una fuente laboral importante para nuestra gente y con la seguridad de que el trabajo que venimos haciendo en forma conjunta con ASA nos permite tener condiciones de trabajo dignas, buenos salarios y seguir avanzando en un esquema de ver de que el trabajador no sea meramente una planilla Excel, sino que se lo capacite y sea mano de obra calificada.
–Hace poco más de una década estalló un conflicto por las condiciones de trabajo en algunos campos de la industria. ¿Qué se aprendió de ello y cómo es la relación actual con las empresas?
–Lo más importante es que nos ha permitido plantear lo que corresponda y tener una buena recepción de parte de los empresarios del sector. Hemos trabajado arduamente para corregir irregularidades que tenían que ver con la condiciones de vida: una casa donde dormir, descansar, agua, tener lo básico para que puedan desarrollar sus actividades dignamente.
¿Pero siguen viendo esas situaciones en otros lugares?
-Lamentablemente sí, pero pongo como ejemplo el trabajo que hemos realizado con ASA. Hoy la semilla tiene el más del 90% de los trabajadores blanqueados y las condiciones que se desenvuelven son la que deberían ser para todas las actividades. Pero esto no pasa en el resto de las actividades.
-¿Cuáles son las que más los preocupan?
-Las economías regionales, donde por ahí no se contempla que hay situaciones totalmente desfavorables para los trabajadores y sus familias, gente que vive a la buena de Dios. Lamentablemente hay trata de personas, trabajo infantil. Esos son casos que pegan, y fuerte. Porque estamos hablando de vidas humanas y a esta altura de nuestra civilización ver este cuadro de situaciones es denigrante.
-¿Se puede calcular la informalidad en todo el sector agropecuario?
–Está alrededor del 70%, es una locura. Comparado con comercio y la construcción u otras actividades, estamos entre los primeros lugares. Por eso uso como ejemplo esta relación que tenemos con la industria semillera.
-¿Encuentran interlocutores ante las economías regionales?
-Yo creo que esta situación en el campo tiene que ver con una cuestión cultural. Lo que hay que hacer en mucha docencia, mucha presencia. Y si a esto le ponemos como condimento especial el acompañamiento político de esta de esta gestión creo que los resultados los podemos llegar a conseguir en el corto plazo.
-¿Y si no sucede?
-Si no tenemos el acompañamiento del Estado la cosa se hace difícil porque nosotros como gremios no tenemos poder de policía y necesitamos de la autoridad de aplicación de cada provincia que nos acompañe para corregir esta irregularidad del sector.
-Un reclamo recurrente desde las economías regionales es una incompatibilidad entre el empleo privado y los planes sociales. ¿Qué observan de la situación?
–Yo creo que mano de obra hay. Lo que deben hacer los señores empresarios es brindar las condiciones de trabajo dignas para los trabajadores y pagar los salarios que corresponden, o sea que si se cumplen esas dos condiciones, te puedo asegurar que van a tener mano de obra. Y respecto a los planes sociales, que por ahí se usa como como excusa para tener gente en negro, porque la gente no se quiere blanquear, es relativo también.
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-¿Por qué?
-Porque hay legislaciones que hablan de la compatibilidad de los planes sociales y donde un trabajador puede ingresar a cualquier finca a desarrollar su tarea y puede cobrar solo el convenio y mantener lo que cobra del Estado. Por ahí en muchos casos esto no se difunde, o no hay conocimiento, o si lo hay se usa como excusa para no blanquear la situación laboral de esta gente. Pero está enmarcado en el decreto 514 que sacó el anterior gobierno el presidente Fernández.
-Que tardó en reglamentarse…
-Sí, y se reglamentó mal. Se reglamentó mal. Porque cuando se hace la reglamentación se deja de lado la Tarjeta Alimentar.
-¿Esas cosas son casuales o tienen una causalidad?
-Y, yo creo que alguna picardía hubo, porque si vos tenés un decreto para corregir una determinada situación, no podés dejar cosas sueltas en el camino. Todo aparenta a una picardía, pero nosotros el año pasado a través de una senadora de Salta tomamos ese decreto y lo transformamos en un proyecto de ley y ahora está en tratamiento en el Congreso. Ojalá lo podamos consensuar.
-¿Tienen relación con la ministra Sandra Pettovello?
-No, no tengo relación y no he tenido contacto. Nosotros tenemos una Comisión Nacional de Trabajo Agrario que es donde discutimos estos temas. Recién hace un par de semanas se terminó de conformar esa comisión. Pero por esta demora, las mejoras salariales que habíamos conseguido se han licuado. Y ya estamos en marzo. Debería ser un proceso más ágil.