El conflicto entre los gobernadores con la Casa Rosada estalló el acuerdo entre Milei y el PRO: Macri se despega del Gobierno
-Deciles a Milei y a Francos que si no mandan la plata del transporte, no sale un barril de petróleo-, advirtió Ignacio “Nacho” Torres a un interlocutor del Gobierno nacional que lo visitó en su provincia. El gobernador de Chubut está enojado y lo hace notar en público y en privado. Es uno de los mandatarios que manifestó desde el principio su apoyo a la gestión libertaria, pero exteriorizó su carácter cuando la Casa Rosada recortó fondos de fideicomisos que financiaban obras y políticas públicas en las provincias. El aviso se convirtió en un hecho concreto el viernes, cuando el chubutense notó que Balcarce 50 le había retenido $13.800 millones de la coparticipación. Agarró el teléfono, se comunicó con sus pares patagónicos y rubricaron un comunicado como puntapié de un conflicto que implica a 23 provincias contra el Estado central.
Chubut alega que esos fondos fueron retenidos de manera “ilegal”. Mismo calificativo aplican para caracterizar la decisión de Milei de eliminar el Fondo Compensador que subsidiaba las tarifas del transporte público en el interior. Idéntica estrategia adoptó el Gobierno para contra atacar la actitud de Torres. Guillermo Francos, ministro del Interior de la Nación, manifestó en entrevistas a los medios que la advertencia del gobernador acerca de paralizar la extracción de petróleo y gas era “ilícita”.
A través de un texto que publicó la Oficina del Presidente, el Gobierno aseguró que la decisión de retener los $13.800 millones fue por una deuda que la provincia del sur tenía con el Ejecutivo nacional por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial. Y señala a Torres por aplicar una “amenaza chavista”. Minutos después, todos los gobernadores, a excepción del tucumano Osvaldo Jaldo, respaldaron a su par de Chubut. El apoyo traspasó la vetusta grieta y alcanzó desde los kirchneristas Axel Kicillof y Gildo Insfrán hasta Jorge Macri y Alfredo Cornejo, emblemas de lo que fue Juntos por el Cambio.
Gobernar es más complejo que ganar una elección. Durante una campaña, los dardos verbales son parte del folklore proselitista. En el ejercicio de la Presidencia, una acción política incorrecta o la confrontación con la oposición puede conducir a la parálisis decisional de un Gobierno. Nadie imaginaba antes del 10 de diciembre que Milei iba a estar enfrentado al Congreso, todos los gobernadores, la cultura y el mundo artístico. ¿Y el Poder Judicial? La Corte Suprema de Justicia aprovechó el período de la feria judicial del verano para que corra agua política. Las demandas de las provincias y múltiples actores de la sociedad civil se acumulan en ese tiempo en el palacio del máximo tribunal. En este escenario, un fallo de los cortesanos en contra de alguna de las medidas ejecutadas por el Gobierno, podría ser letal en el plano institucional. Pero aún no sucedió.
Pese a tensionar constantemente el diálogo con los gobernadores, incluso los dialoguistas, en las provincias evalúan que aún hay puentes para interactuar con la Casa Rosada y reconstruir. “Vos rompé que nosotros vamos después a componer”, le dijo a Milei antes de asumir un dirigente que lo frecuenta. Lo paradójico resulta que en esa confrontación Milei también chocó con el PRO, que parecía su principal socio político. En el círculo de Mauricio Macri hay desconcierto por la actitud del Presidente y sospechan que la intención de los libertarios es dividir al partido. Analizan que el Jefe de Estado busca erigirse como líder de un frente de derecha y necesita esmerilar al expresidente para no tener sombras.
Esa lectura que deambula en los corrillos del PRO sostiene que Milei pretende diseccionar al PRO a través de Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad puja por estas horas para evitar que Macri hegemonice su partido. Aceptó que el expresidente conduzca el espacio, pero mueve hilos para ocupar puestos decisivos: un grupo de dirigentes que le responden intentan instalar que Bullrich debe ser la presidente de la Asamblea partidaria, el órgano de menos notoriedad que el Consejo, pero que tiene la lapicera para rubricar las alianzas electorales en los años impartes.
Es una discusión en curso cuya resolución se conocerá el 19 de marzo, fecha en la que el PRO deberá presentar ante la Justicia la lista de candidatos para renovar las autoridades partidarias. La pelea por el manejo del partido está directamente relacionada a la posible alianza con La Libertad Avanza: Bullrich quiere conservar incidencia para que el PRO converja con los libertarios. Macri pretende asumir la jefatura para que el partido que fundó refuerce su identidad y no sea absorbido por el Gobierno.
Eso le asegura el expresidente a cada dirigente que lo visita en sus oficinas de Vicente López. Así se lo hizo saber a cada uno de los gobernadores del partido, como al propio Torres y a Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, que lo fueron a ver el jueves. Fue en ese cónclave en el que también se habló de la situación de Chubut
Torres le comentó a Macri la situación, lo mismo había hecho antes con Bullrich, le pidió respaldo y le avisó la decisión de confrontar con Milei si no le enviaban los fondos correspondientes para su provincia. El expresidente le manifestó su apoyo y movió sus fichas para mediar ante funcionarios del Ejecutivo. No tuvo éxito, como casi siempre que aconseja a Milei. “El Presidente escucha a Mauricio, mucho y con atención, pero no le hace caso”, le reveló a Infobae un operador político del PRO que habla a diario con Macri.
Esta tensión encendió alarmas en Macri, a días de un encuentro cara a cara con Milei. Se espera que ambos se reúnan esta semana, al regreso del Jefe de Estado de su viaje a Estados Unidos. Si bien los dos hablan por teléfono semanalmente, no se ven personalmente desde diciembre. La cumbre, que se descarta será en extremo hermetismo, habilitará una hermenéutica política sobre la relación táctica entre el PRO y los libertarios.
En estos momentos, un acuerdo político entre los dos espacios es una utopía de imposible concreción. Luego de la caída de la Ley Ómnibus y con la escalada de Milei contra gobernadores e intendentes, inclusive los del PRO, en el macrismo empiezan a desconfiar del Presidente y optan por mantener la equidistancia. Es algo que rechazan los bullrichistas, que actúan como oficialistas.
Por el repudio a Milei, hasta Horacio Rodríguez Larreta le hizo saber a sus íntimos que respaldará a Macri, pese a sus peleas y diferencias, para que sea conductor del PRO. El ex jefe de Gobierno de la Ciudad no piensa irse del partido, a excepción de un pacto a sobre cerrado con los libertarios: conoce que el expresidente evitará hoy esa fusión.
La pelea de Milei con los gobernadores pone en alerta a YPF
Los gobernadores siguen en pie de guerra con Milei. Detrás de las discusiones jurídicas asoma una disputa política sobre las cajas de la recaudación tributaria que concentra y distribuye el Estado central. Torres reunió ayer por la tarde a los mandatarios patagónicos en un Zoom. Participaron Alberto Weretilnek (Río Negro), Sergio Ziliotto (La Pampa), Rolando Figueroa (Neuquén), y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Los jefes provinciales acordaron cortar los suministros de petróleo si el Gobierno no envía los fondos que recortó.
Detrás de esa tensión subyace un punto sensible que preocupa al Gobierno. YPF trabaja en un proyecto de reversión de los campos maduros con el objetivo de concentrar todos los esfuerzos y la inversión en la explotación de los pozos no convencionales, centrados en Vaca Muerta. Horacio Marín, CEO y presidente de la compañía, conoce a la perfección la estrategia porque lideró el proyecto de Tecpetrol, ala hidrocarburífera de Techint, en Fortín de Piedra, Añelo. Ahora impulsa esa iniciativa con el objetivo de que Argentina recaude cerca de U$D 20 mil millones al año en exportación de shale y la industria petrolera se posicione a la par del agro como principal generador de divisas.
Esa decisión implica acuerdos con las provincias, que son las titulares de los recursos naturales por norma constitucional. Fue justamente a Marín a quien Torres le dijo la semana pasada, cuando el ingeniero visitó Chubut, que no acompañará esa medida si la Nación no le envía los fondos coparticipables. No sólo eso, sino que le lanzó la advertencia de bloquear en suministro de petróleo si Milei o Francos no revertían la situación.
Marín no ejecuta una tarea política, pero conoce que detrás de su rol hay intereses que movilizan a la dirigencia y al sector privado. El titular de YPF visitó Santa Cruz el viernes y le llevó al gobernador Claudio Vidal idéntico planteo que a Torres. Ya lo había hecho antes con Figueroa, de Neuquén, en busca de sumar respaldo para su plan.
En la petrolera de bandera evalúan que el crudo convencional aún tiene rédito, aunque analizan la rentabilidad de potenciará si concentran los esfuerzos en los bloques de shale. Eso implica desinvertir en los campos maduros, decisión que afecta a las provincias que contienen hidrocarburos convencionales. “Ahora YPF se quiere ir de la provincia”, bramó el gobernador de Chubut en una entrevista televisiva el viernes, en alusión al plan de Marín.
En plena disputa con la Casa Rosada, Torres busca consenso en sus pares patagónicos y en el resto de las provincias petroleras para ejecutar una contra ofensiva que obstaculice el plan de YPF. Sólo evaluarán acompañar la iniciativa de la petrolera nacional si el Gobierno revierte el recorte de fondos a las provincias. Idéntica actitud política aplicarán el resto de los gobernadores de JxC en el plano fiscal en caso de que Milei no reabra una mesa de diálogo.
Milei se encamina al discurso ante la Asamblea Legislativa del 1 de marzo sin apoyo del Congreso, de los gobernadores y, ¿sin petróleo? Interrogante que se despejará en los próximos días. La respuesta puede ser una escalada de la crisis o el camino hacia el consenso.
Fuente: InfoBae