Axel Kicillof y Máximo Kirchner liman asperezas para enfrentar a Milei y se pone en pausa la discusión por el PJ bonaerense
La realidad se impone y lo hace sin pausa. Con esa premisa, el peronismo en la provincia de Buenos Aires tuvo que dejar en stand by las diferencias que exhibió durante todo el año pasado y que en parte -según la propia dirigencia- fue un agregado a la hora de buscar respuestas a la derrota electoral de Unión por la Patria y que llevó a Javier Milei a la presidencia. La velocidad del plan motosierra de libertario patentó un gesto de acercamiento pleno entre el gobernador bonaerense, Axel Kicillof y el presidente del PJ bonaerense y jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner; algo que se sugería como una rareza en los últimos meses.
Ambos dirigentes trabajaron en el proyecto de ley que este viernes Kirchner presentó en la Cámara de Diputados de la Nación y que busca restablecer la vigencia del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Se trata de un fondo que la Nación transfiere a las provincias desde 1998, impacta en el salario y se acordó tras lo que fue la instalación de la Carpa Blanca docente en el Congreso, durante la presidencia de Carlos Menem. La iniciativa de Kirchner es que el FONID restablezca ese fondo de forma permanente a partir del 1º de enero de 2024 y que propone ser financiado con rentas generales. El FONID se convirtió en las últimas semanas en botín de discusión entre Casa Rosada y las provincias, por la decisión del gobierno nacional de cortar las transferencias; una resolución que prepara el terreno para un inicio de clases conflictivo; ya que los gremios docentes se declararon en estado de alerta ante la decisión.
Pero, políticamente, también implicó un acercamiento con eje en la discusión del peronismo bonaerense. Es que la relación entre Kirchner y Kicillof tuvo sus diferentes estadios, que tocó su techo de diferencias cuando el año pasado, en medio de la campaña electoral, el gobernador bonaerense dijo que había que “componer una nueva canción y no una que sepamos todos” en el peronismo para interpelar al electorado; a lo que Kirchner contestó -cuando fue consultado por los dichos del mandatario provincial- que él no se dedicaba a la música, sino que era militante y dirigente.
Antes, hubo otros gestos y acciones que interfirieron esa relación como fue los cierres de listas en la provincia de Buenos Aires para las elecciones del año pasado o la llegada y escandalosa salida de Martín Insaurralde del gabinete bonaerense. Hasta ahora, el nuevo mapa político no daba señales de algún viraje en esa secuencia Kicillof-Kirchner. Por ejemplo, la decisión de movilizar a la multitudinaria marcha de la CGT del último 24 de enero por separado sostenía la vigencia de los dos polos dentro del peronismo bonaerense.
Por un lado Kirchner con La Cámpora y los intendentes bonaerenses que forman parte de la organización como Mayra Mendoza (Quilmes), Damián Selci (Hurlingham) o Julián Álvarez (Lanús) entre otros. Por el otro, Kicillof con sus funcionarios de corte más político e intendentes peronistas capitaneados por Fernando Espinoza (La Matanza).
Las diferencias siguen, pero ahora están más camufladas por la imposición de una realidad política y económica que abarca a los protagonistas en cuestión. Según informaron desde el entorno de Kirchner, el proyecto para restablecer el FONID fue elaborado por el propio diputado y el gobernador bonaerense. La presentación se da también luego del documento que publicó la ex presidenta Cristina Kirchner; en lo fue la primera manifestación contundente de CFK contra las medidas adoptadas hasta el momento por el gobierno de Javier Milei. La casualidad no es una categoría política, plantea en ese mismo texto la propia ex Jefa de Estado.
Conducción Justicialista
Los movimientos de las últimas horas también le pusieron un paréntesis a la discusión por el PJ bonaerense. Una historia que también tiene a Kirchner en el centro de la escena. Sabido es que hay algunos dirigentes del peronismo que, subterráneamente o a viva voz, empujan una renovación en la conducción del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. El más enfático es el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray. Pero hay un grupo referenciado en lo que fue la llamada Mesa de Ensenada que busca referenciar la conducción del peronismo de la provincia de Buenos Aires en Kicillof y en la esfera nacional. No como autoridad partidaria, aunque sí en la cabecera de una mesa política.
Se anotan allí el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; de Avellaneda, Jorge Ferraresi; de Ensenada, Mario Secco o el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, ya distanciado de la conducción de La Cámpora.
Por ahora, los movimientos que incluyen el pedido de un adelantamiento en la renovación de autoridades del PJ bonaerense está en pausa. El presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alejandro Dichiara, dijo días atrás en una entrevista a La Tecla que “los plazos son muy claros: Máximo tiene mandato hasta el 2025 y no hay por qué adelantar absolutamente nada”.
Este viernes fue el cumpleaños de Máximo Kirchner. Kicillof le dedicó un saludo en sus redes sociales.
En el medio, los intendentes también se ven atravesados por las decisiones del gobierno nacional. Los peronistas tuvieron esta semana una reunión de la Federación Argentina de Municipios (FAM) que preside Espinoza y reúne a cerca de 500 jefes comunales de distintas provincias. Buenos Aires tiene presencia plena en la estructura de la FAM.
El momento político hizo que los intendentes se recuesten institucionalmente en el espacio que comanda su par de La Matanza, por sobre el PJ bonaerense que tras la derrota electoral no realizó ninguna reunión de carácter formal. La FAM le pedirá una reunión con carácter de “muy urgente” al presidente Milei. Advirtieron que si no son recibidos iniciarán acciones judiciales en cada provincia por la quita de subsidios al transporte público, “que llevará el boleto alrededor de los mil pesos”.
Tras la temporada alta de verano, Kicillof regresó a las recorridas por algunos municipios. Uno de ellos fue en Lanús, donde gobierna el camporista Julián Álvarez; también lo hizo en Hurlingham cuyo intendente también es de La Cámpora: Damián Selci. Ambos reportan directamente a Kirchner. Así, la necesidad y la urgencia busca mostrar unidad en el peronismo bonaerense.
Fuente: InfoBae